Vamos, dispáreme directo al corazón,

 le prometo no quejarme,

ni reprocharle mi dolor.

Vamos, rómpalo en mil partes

le prometo no rehacer el sentimiento,

ni hostigar con mi llanto.

Vamos, escúpale encima, píselo,

le prometo no volver a mirarle

ni volver a quererla.

“Se llama”

Palabras, que busco decirte, algunas vuelan y otras se olvidan, otras se quedan en papel.

Llega a colmarme la soledad, a destruirme mi propia paranoia de olvidos, a comenzar a buscarte por todos lados para encontrarte y sólo poder mirarte y quedarme asombrado por tus ojos, tus labios, no puedo evitar hablarte, pero sin ningún sentido, sólo poder acercarme un poco a ti, descubrir que me gustas más cada vez.

Pero mi boca se volvió muda, por que sabe que no tiene sentido alguno la palabra.

Sólo mirarte y descubrir que en toda esta locura de vida: Te quiero…y mucho.