Nos dijeron que para ser alguien en la vida primero deberíamos tener un buen empleo, tener dinero, comprar un carro último modelo, una televisión e inclusive un celular.
Nos dijeron que el lujo era necesario en la comodidad, que la belleza era la cúspide de la estética y que el amor se consumiría a través de algo ( o de alguien).
Nos han mentido.