Y valió la pena,
valió la pena esperar las noches en mi almohada,
y pensar cada noche en ti, en lo que serías
y las lágrimas
valió la pena recorrer tardes enteras solo
y aguantar, seguir respirando cada mañana,
y los otoños fríos
¿Y acaso sabes por qué?
Te diré:
Usted llega a mi cabeza,
con tan sólo pensarle usted está ahí
Porque cada vez que tomo su mano todo en mi está bien
y cada vez que la beso dejo de existir, me reinvento.
Porque cada vez que te veo siento otoños en la cabeza,
mi corazón palpita y automáticamente sonrío.
Y en ese preciso momento lo se, se que ha valido la pena...