7 oct 2018

mala suerte

Caminando por la selva se topa con un león dormido. 
Poniéndose de rodillas ante él, murmura: “Por favor, no me comas”. 
La bestia sigue roncando. 
Esta vez grita: “¡Por favor, no me comaaas!”. 
El animal no se da por enterado. 
Temblando, le abre las mandíbulas y acerca su cara a los colmillos para volver a gritar el ruego. 
Inútil. 
La fiera no despierta. 
Histéricamente comienza a darle patadas en el trasero: “¡No me comas! ¡No me comas! ¡No me comas!”. 
El león despierta, salta sobre él y, furioso, comienza a devorarlo. 

El hombre se queja: “Qué mala suerte tengo”. 

 Alejandro Jodorowsky

No hay comentarios:

Publicar un comentario

...